
No es por falta de munición, ya veis cómo está todo, qué dolor. Ha sido un arrebato, casi sin pensarlo, aunque lo de Facebook lo tenía decidido desde hace tiempo. No es por algo en particular, es por falta de ganas. Cada vez escribía menos, cada vez me costaba más. Se acabó Groovielandia. Cuando queráis nos veremos en el mundo real.
Por los sueños que aún nos quedan, adelante, dispongámonos a soñar.