En uno de esos libros que escribe y publica como churros, Punset argumentaba que en la toma de decisiones importantes hay que ser rápidos, dejarse llevar por el corazón, pues en no pocos casos la razón inmoviliza y cuando te das cuenta, zas, ya nada tiene remedio. Por pensarse tanto las cosas IU en la legislatura pasada, no se llegó a dar forma a ese tripartito que a buen seguro hubiera facilitado la gobernabilidad y hubiera evitado no pocos errores y conseguido innumerables aciertos.
Ahora, seguimos estando en el mismo lugar que entonces, inmovilizados, dejando que las razones de partido y de ideología anestesien los impulsos del corazón. De ese corazón que desea latir con fuerza y tiene por nombre Pozoblanco.
Sobran razones: Un corazón centrado en un nuevo proyecto, para que gane y marque la diferencia.
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