lunes, 20 de enero de 2020

Orgulloso de vestir camisetas de Stalin



Imaginad por un momento a Abascal luciendo orgulloso una camiseta de Hitler o a Casado una de Franco. O a Arrimadas, por acabar con el trifachito, una de José Antonio Primo de Rivera Pensadlo siquiera por una décima de segundo.Porque orgulloso está de vestir una camiseta con la imagen del, casi por  unanimidad considerado, mayor asesino del siglo XX, Koba el temible. Mirad si no su mano izquierda y el dedo que señala al líder, al Padrecito del sovietismo.

Aquí está el tío, viene a decir el miembro del PCA asistente al pleno celebrado en Córdoba. Con un par. Con altura, como se dice ahora.


La otra memoria histórica


"Aunque añadiéramos las bajas totales de la Segunda Guerra mundial (40-50 millones) a las del Holocausto (alrededor de 6 millones), parece que el bolchevismo podría superarlas. La guerra civil, el Terror Rojo, el hambre; una Colectivización que, según Conquest, causó tal vez 11 millones; Solzhenitsyn calcula ("una estimación modesta") que fueron entre 40 y 50 millones los que cumplieron condenas largas en el gulag de 1917 a 1953 (y muchos otros después del breve deshielo de Jrushov); y luego el Gran Terror, la deportación de poblaciones de los años cuarenta y cincuenta (los especialmente desplazados), Afganistán... Los veinte millones comienzan a parecer 40. Las cifras, evidentemente, siguen sin conocerse con exactitud y varían de modo alarmante. Pero no se trata de los ceros imaginarios del milenio y por lo visto necesitamos siete en el inventario del experimento soviético".


 "El nazismo no destruyó la sociedad civil. El bolchevismo sí. Es una de las razones del milagro de la recuperación alemana y de los fracasos y vulnerabilidad de la Rusia actual. Hitler no destruyó la sociedad civil. Lenin sí". "La resistencia de la risa a desaparecer se ha señalado ya (y volveremos sobre el tema) en el caso soviético. Parece que los veinte millones no tendrán nunca la dignidad fúnebre del Holocausto. Esto no es, o no sólo es, una muestra de la asimetría de la tolerancia (la expresión es de Ferdinand Mount). No sería así si en la naturaleza del bolchevismo no hubiera algo que lo permitiera". "Todo el mundo ha oído hablar de Auschwitz y Belsen. Nadie sabía nada de Vokurtá ni de Solovetski. / Todo el mundo ha oído hablar de Himmler y de Eichmann. Nadie sabe nada de Yeyov ni de Dzeryinski. / Todo el mundo ha oído hablar de los 6 millones del Holocausto. Nadie sabe nada de los 6 millones del Terror del Hambre. (…) En la U. R. S. S., ese espacio abarcaba once zonas horarias. El enemigo del pueblo era el régimen. La dictadura del proletariado era mentira; Unión era mentira; de Repúblicas era mentira y Soviéticas era mentira. Camarada era mentira. La Revolución era mentira."

 Citas extraídas de Koba el temible, la risa y los veinte millones.

(Coda: "Martin Amis, un autor de culto en los noventa cuando se sumó a la moda del realismo sucio, lo está comprobando ahora mismo. En un rapto de coherencia le dio por remover la auténtica escoria, la basura más maloliente de Europa: la complicidad de los intelectuales occidentales con el Gran Terror. Entonces escribió Koba el Temible, el libro del que proceden todos los datos sobre la URSS que contiene este artículo. Al día siguiente de publicarlo en inglés, lo más granado de la crítica literaria bienpensante, a falta de tumba y memoria, comenzó a lanzar escupitajos sobre su prestigio literario. Y aún no ha parado. Deben intuir que el primero que deje de hacerlo pudiera ver truncada su gloria profesional". José García Domínguez)

Publicado  por Antonio Jimeno Márquez

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