Refugiados republicanos españoles en un campo de concentración francés
El famoso y aclamado director de cine Pedro Almodóvar ha hecho unas declaraciones en las que dice que se cae la cara de vergüenza cuando se ve cómo se ha tratado a nuestros exiliados de la Guerra Civil. Y no le falta razón, cuánto no pasarían muchas de aquellas criaturas. Quizás él puede enmendar algo el entuerto haciendo una película acerca de ellos. Sobre todo, si la hace de aquellos que no tuvieron la suerte de comer a dos carrillos una vez terminada la contienda.
Nuestros refugiados (el duro pan del exilio)
Etiquetas: La gran mascarada Memoria histórica
"Republicanos, socialistas y comunistas -no hablo de partidos, sino de personas-, dando por terminada la guerra se prepararon para comer a dos carrillos -después de instalarse bien- el duro pan del exilio". José García Pradas, citado por Francisco Olaya Morales en La gran estafa de la guerra civil.
Resulta sorprendente que en estos días en los que, desgraciadamente, los refugiados son noticia diaria nadie hable del calvario que sufrieron los refugiados republicanos españoles en Francia... y las prácticas casi estalinistas* del SERE -Servicio para la Evacuación de los Refugiados Españoles-, el organismo creado para aportarles ayuda humanitaria.
Aquellos desdichados republicanos comprobaron cómo los comunistas fueron privilegiados con respecto a los demás; también comprobaron en sus propias carnes igualitarias cómo los republicanos ricos nada tuvieron que ver con los republicanos pobres a la hora de encontrar un destino más amable.
Teóricamente , el objetivo fijado al SERE fue el de ayudar a resolver el angustioso problema humano que planteaban más de 500.000 personas aparcadas inhumanamente en los campos de concentración franceses. Pero en la práctica, pronto pudo certificarse que con ello no se perseguía otra finalidad que la de justificar una gestión oscura.
Negrín hizo entrega de 1 millón de francos al SERE, lo que puso en evidencia que su mecenazgo no iba a ser muy generoso, y aún se perdió mes y medio en discusiones enconadas cuando se trató de fijar las cuotas hacia México que debían corresponder a cada Partido y Organización, lo que permitió a los partidos marxistas acaparar el 53% del presupuesto. El reparto de cuotas entre partidos del Frente Popular y las fichas que debían rellenar cada de los refugiados en las que debían hacer constar además de sus datos, su filiación y sus actividades políticas hizo que la evacuación hacia América más que selectiva fue draconiana.
Los primeros en embarcar fueron los refugiados que pudieron pagarse el viaje -entre tres mil seiscientos y cuatro mil francos-, haciéndolo posteriormente los intelectuales, los pescadores y los campesinos y demás profesionales. según su oficio y las necesidades del mercado de trabajo, demostrando una vez la certeza de la máxima orweliana de que todos somos iguales pero unos más iguales que otros.
Complementariamente, el SERE facilitó también subsidios pecuniarios a oficiales del ejército a partir de grado de coronel, y de teniente a los que habían servido en los Estados Mayores (favoreciendo a los comunistas) que oscilaron entre quinientos y dos mil francos mensuales. También recibieron subsidios, según Luis Araquistáin, los ex presidentes del Consejo de Ministros, ex ministros, ex secretarios, ex directores, ex magistrados, los diputados en Cortes y otros altos cargos. Estos subsidios a lo que se puede llamar aristocracia política de la república explica muchas actitudes y no pocos silencios.
De esa ayuda selectiva quedaron excluidos los enemigos políticos de Negrín ...y la gran mayoría de los refugiados, en particular los menos conocidos o más necesitados. Ante la ineptitud y el sectarismo demostrados por los dirigentes españoles se alzó la ayuda internacional, y resulta sorprendente que, en este océano de dolor en el que vivían los refugiados en los campos franceses, el primer organismo que adoptó una decisión práctica fue el National Joint Committee for Spanish relief, presidido, ay, por la duquesa de Atholl, que tenía como vicepresidentes al conde de Listowell y a Eleanor Rathbone, que fletó a fines de mayo el vapor Sinaia e hizo efectivo el pago del pasaje de mil personas, más otras quinientas noventa y nueve que corrieron a cuenta del SERE.
Al SERE lo sustituyo la JARE (Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles) de Indalecio Prieto, con prácticamente idénticos objetivos, procedimientos y resultados
* "Durante estos últimos tiempos la orientación sectaria que los stalinistas imprimieron a la actuación del SERE se ha venido acentuando considerablemetne. Hoy, el SERE es una organización a su servicio excluisvo, y el embajador de México en Francia un instrumento adecuado para que el SERE pueda controlar la emigración hacia su país y enviar a todos los amigos políticos de Negrín y del Partido Comunista". Luis Araquistáin.
Nota bene: Todas las cursivas de este post son citas de La gran estafa de la Guerra Civil, de Francisco Olaya Morales.
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario