"El anarquismo ibérico reprodujo en la práctica los esquemas más excluyentes del machismo y la homofobia, dos de los instrumentos más eficaces de dominación patriarcal y de la violencia simbólica". Enrique Álvarez,
No hace falta haber escuchado el Pedro Navaja* de Rubén Blades para acertar a escribir que la vida te da sorpresas. Y alguna de ellas, agradables. Es el caso de este librito que hoy reseño en estas sociedades y que viene a demostrar, por enésima vez, que es un enorme error confundir valor y precio, al cabo, este Líneas de fuego, de precio insignificante, tiene un valor incalculable en estos tiempos por desmontar el discurso maniqueo y falaz que sostiene que la Izquierda siempre empoderó a la mujer y defendió a los homosexuales y que gracias a ella han alcanzado la igualdad formal que ahora disfrutan.
"Los bandos desarrollan una masculinidad paradójica al referirse al enemigo, ya que, por un lado se le describe como bárbaro o animal, incapaz de controlar sus instintos, y por otro, como cobarde y afeminado"
Al final del ensayo, Iker González concluye lo siguiente: "En los textos e ilustraciones que he analizado se aprecia, en líneas generales, que a pesar de las importantes diferencias ideológicas entre republicanos y sublevados, ambos bandos compartieron una visión esencialmente conservadora de la masculinidad y la feminidad. [...] De esta manera, lo que estar narrativas e ilustraciones demuestran es que durante la Guerra Civil los dos bandos consideraban que para la construcción de una nación fuerte era necesario que los papeles del hombre y de la mujer se distinguieran lo máximo posible y se ciñeran al modelo patriarcal, algo que sucede en numerosos países cuando existe una crisis nacional. [...] Esta concepción tradicional de la masculinidad y la feminidad durante la guerra civil española no constituye un caso excepcional, sino que es la pauta en la mayoría de los conflictos bélicos, tanto en el pasado como en la época contemporánea".
Pues eso, que si los Reyes Magos se han quedado cortos contigo, date el capricho. En pocos lugares te darán más por menos.
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