Parece mentira que unos chicos tan viajados y festivaleados como los organizadores de Periscopia se hayan atrevido a colocar un concierto de rockandroll a la una del mediodía en el Risquillo con la canícula de julio. Si el hombre bien comío y bien bebío como mejor rinde es tendío, el rockandroll como mejor luce es bajo los focos a la hora que salen las brujas a darse un paseo a bordo de sus escobas. Y esto bien que lo saben los ya talluditos Agentes Judiciales que comenzaron el concierto cuando Cenicienta ya llevaba en casa un buen tiempo buscando su zapato debajo de la cama.
A pesar de las concesiones al rock indie -lograda estuvo esa versión de Los Planetas-, los Agentes Judiciales, en su set en Blue Aura, rindieron un honesto homenaje a esa viejo rockandroll de ascendencia chuckberryana que tanto hacía crepitar a personajes como Pepe Risi y que hace mover los pies tanto o más que un temblor de tierra de ocho puntos en la escala Richter. Me gustó lo que oí, aunque me perdiera buena parte de los bises. Una animada charla con -entre otros- quien va a ser nuestro próximo alcalde acerca de progresismo, relativismo, socialismo, socialdemocracia y otros CONCEPTOS tuvo la culpa. Y es que no sólo de rockandroll vive el hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario