La mayor parte de las veces, no hace falta ser químico para comprender perfectamente el mecanismo de ciertos fenómenos climáticos o contaminantes. Basta con saber leer, comprender lo que se lee y ser honesto para sacar las conclusiones precisas.
Durante estos días, todos hemos estado leyendo, oyendo y hablando acerca de la calidad del aire de nuestras ciudades, sobre todo de la de Madrid. Y nada bueno. Poco hemos hablado, escrito y oído acerca de que la comunidad de Madrid tiene las emisiones de CO2 per cápita más bajas de España y que, ay, el Gobierno bonifica a los vehículos que disponen de motores diésel, que producen 25 veces más dióxido de nitrógeno, verdadero responsable de la contaminación, que los de gasolina porque consumen menos y liberan menos C02 a la atmósfera.
(Coda: "Pedimos al Gobierno que deje de seguir bonificando el vehículo que contamina en el único elemento que no cumplen las ciudades españolas en cuanto a las exigencias de la UE, es decir, los óxidos de nitrógeno, es decir, los vehículos diésel. No tiene sentido que el vehículo contaminante, aquel que nosotros estamos sacando de nuestras calles, sea bonificado por el Gobierno". Alberto Ruiz Gallardón.)
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