En una de esas reuniones -creo recordar que fue en Los Godos- en las que la Asociación intentaba dar respuestas a los básicos cómo, dónde y cuándo y afilaba estrategias de reivindicación, alguien me preguntó: Antonio, y ¿tú esto cómo lo ves? Le respondí que mal y justifiqué mis temores en base a criterios puramente económicos. "Como el tren no pare pronto, a lo mejor no lo vemos pararse en un decenio. Hay quien dice que la crisis económica es más grave de lo que nos cuentan y no hay periódico que no informe a diario acerca de la paralización de la inversión en obra pública", dije.
De esto hará, qué se yo, casi tres años, y no es que vaya yo de adivino o de farol, pero algo de razón llevaba. Testigos hay. Y es una pena, porque cuando había pasta no había voluntad ... y cuando parecía que había voluntad no hay pasta.
Y cuando no hay pasta...
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