Hubo tiempo para el cachondeo y la ironía, pero ahora toca ponerse serio, no mucho, sólo un poco, sobre qué tradiciones deben mantenerse y en qué medida deben o no progresar para adaptarlas a la sociedad en que vivimos. Tratemos un caso reciente que ha sido no poco polémico: el desdoblamiento del rey mago Baltasar en las personas de José María Moyano y Manuela Calero.
¿Era necesario que Manuela Calero adoptase tal papel? Indubitablemente, no, porque su grupo político quedaba perfectamente representado por José María Moyano, como así quedó demostrado el viernes por la mañana en El Silo. Cuestión diferente hubiera sido, y como tal debería ser tratada, que Manuela fuese la única representante de I.U. en nuestro Ayuntamiento -pese a que cualquier afiliado o simpatizante masculino de la agrupación izquierdista podía haber realizado de manera satisfactoria dicha labor como ha quedado patente tantas y tantas veces con la representación de las diferentes asociaciones-.
Otra cosa es que esta tradición nos importe lo mismo ocho que ochenta y consideremos que rey o reina igual da, que en vez de celebrarse la víspera del Día de Reyes debe hacerse el 31 de diciembre coincidiendo con la Tercera edición de la San Silvestre solidaria para que los chicos dispongan de más días para comerse las chuches antes de volver al cole y que en vez de pajes acompañando a los Magos vaya una comparsa de carnaval o varias drag queens con plataformas de cuarenta centímetros.
Para pensárselo. Y todavía más con la Ley esta nueva contraria a cualquier tipo de discriminación que quiere arrearnos la ministra Pajín con el beneplácito de nuestro gran timonel el señor Rodríguez Zapatero.
Cierto. Chirría que representantes del Equipo de Gobierno, encabezados por nuestro alcalde Baldomero García, se plantaran en la reivindicación miguera de Piedra y Cal a propósito de la caseta del tren como si fueran la Oposición. El Equipo de Gobierno está para trabajar y solucionar problemas y hubiera bastado que hubiera demostrado a los convocantes mayor preocupación y eficiencia para que éstos consideraran innecesaria la concentración.
Dicho lo cual, a mí, en este tipo de exigencias, me gusta encontrarme a los políticos, ya sean Gobierno u Oposición, detrás arropándome que no enfrente. Y es que, en tiempos no muy lejanos, son tantas las veces y por cosas aún muchísimo más importantes las que la Sociedad Civil de Pozoblanco se ha encontrado ruda y obstinadamente en contra a los que nos han gobernado que este ejercicio de populismo electoral queda hasta inocente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario