Eh, cuidado con el titular, que no es original, que es copiado a un señor muy poppy de Público. Sí, ay, no todos lloran amargamente la pérdida, ni mucho menos. A lo más, a fabricar un mueca por el contratiempo. Corolario: no era una tele de izquierdas, a lo sumo, una cosilla socialdemócrata, tenue como la luz de febrero, sin carácter, bizarría y compromiso. Algo verdaderamente prescindible e infantil.
Ya lo dijo Rosa Luxemburgo: la cosa es o no es, no caben medias tintas. ¿Y qué puede esperarse de una empresa que vende su alma al diablo Liberty de fondos de inversión? Que licencien a Gabilondo y lo sustituyan por un canal 24 horas de espejo, cámara, edredón y orinal.
P.D.: Mi enhorabuena a Javier Bardem y Penélope Cruz. Por el nacimiento de su hijo americano.
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