
Esto es, si yo fuera Baldomero o Emiliano estudiaría la contraoferta presentada por el PSOE y contra-contraofertaría con la intención de que Pablo Carrillo y su gente estuvieran cómodos en el gobierno de la ciudad. Dicen que hablando se entiende la gente, que pactar es ceder. Y a lo mejor el PP -acaso el más interesado en conseguir estabilidad y que todo vaya bien- tiene que pensar en ir cediendo algo de lo suyo para que el cemento cuaje. Y también se dice dámelos que quieran.
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