
Es la derecha la que ha heredado el ambicioso impulso modernista de destruir e innovar en nombre de un proyecto universal. Página 209
Si El refugio de la memoria me pareció brillante, Algo va mal me ha decepcionado profundamente. Y no porque no merezca la pena detenerse en su lectura -algo imposible estando Judt de por medio-, sino porque este ensayo que conmina a detenerse a decidir en qué mundo queremos vivir no es sino el nostálgico y tremendamente contradictorio testimonio de un hombre abatido y desesperado, consciente de su incapacidad de aportar una receta convincente que mejore el mundo extremadamente complicado en el que vivimos -tan distinto del periodo de entreguerras que contempló el fulgor del intervencionismo estatal- y apesadumbrado por no poder defender los logros del socialismo ni ante un chaval de doce años[*]. Con decir que uno de los soportes de su defensa de la socialdemocracia es el concepto de conservadurismo propuesto por Edmund Burke en el que se testimonia que la sociedad pertenece a los vivos pero también a los muertos y a los que están por nacer creo que está todo dicho.
Aunque así, de lectura obligada para socialdemócratas ilustrados y liberal-conservadores nada sectarios. Abstenerse, por descontado, tarugos libres y al rojo vivo.
[*] Página 211.
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