sábado, 19 de febrero de 2011

Como la gente corriente y moliente

Foto: Vanity Fair



Si la Física nos ha enseñado que el estado de reposo o movimiento de un cuerpo depende del sistema de referencia elegido, ¿por qué no vamos a creer a Ana Bono cuando afirma que no tiene la impresión de tener un nivel de vida por encima de los demás?

Uno entiende que los demás para esta señora empresaria son los asistentes a la boda de la hija del Presidente de Iberdrola, sus consuegros Raphael y Natalia Figueroa, los joyeros Tous, la amiga que le ha dejado el casoplón para que pueda posar para Vanity Fair o aquellos que acrediten ingresos y patrimonios millonarios en euros. Por un poner. Porque no creo que yo que los demás a los que se refiere sean del tipo de esos pistoleros que desde pueblecitos toledanos como Villafranca de los Caballeros viajan todos los días en furgonetas a Madrid para ganarse unas perras trabajando en la construcción o en donde haga falta.

Dice la señora que todo está preparado por la derecha y sus terminales afines. Y es que la derecha, sobre todo últimamente que es ultra, es que es pero muy que muy mala. Aunque te invite a la boda de una de sus hijas.

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