Sólo una cosa:
El refugio de la memoria es una delicia de principio a fin, el brillante testamento de un hombre cabal.
Hablemos de esa
meritocracia a la que
Judt, convencido y orgulloso socialdemócrata, dedica un capítulo de su libro final. Hablemos de
educación, pues.
«Durante 40 años la educación británica ha sido sometida a una catastrófica secuencia de reformas dirigidas a poner freno a su herencia elitista y a institucionalizar la igualdad. […] (Los dirigentes de la izquierda, nda) Decididos a destruir las selectas escuelas públicas que permitieron a mi generación recibir una educación de primer nivel subvencionada por el Estado, los políticos le han endilgado al sector público un sistema de impuesta uniformidad a la baja. […] Sospecho que todo esto comenzó precisamente en aquellos años de transición mediados los 60. Nosotros, por supuesto, no nos enteramos de nada»El testamento de Tony Judt, por Alicia DelibesP.D.: Las negritas de la cita de Judt son mías.
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