La perla del pleno

Desde hace tiempo, los plenos vienen a ser como esos minutos finales de los partidos de baloncesto en los que el juego es puro trámite para el desenlace. Entre que unos saben que se van para no volver y otros que esperan a mayo como agua de ídem para que ajusticie a esta legislatura tan convulsa -pero para nada fallida- y nazca otra nueva, se parecen más a las reuniones donde se elige el presidente de la comunidad de vecinos en la que no falta el predecesor criticón que aprovecha cualquier circunstancia para postularse o revindicarse que a lo que realmente es, el órgano rector de los designios de nuestro pueblo y un foro de encendido debate político donde el tiempo esté medido pero no acorralado.

No obstante, este pleno nos descubrió una perla que uno no entiende cómo tardó tanto en emerger de las aguas: la promesa por parte del alcalde de convocar un pleno extraordinario para intentar solucionar de una vez por todas el asunto de los funcionarios municipales.

Fuera caretas, ha llegado la hora de pronunciarse a cara descubierta acerca de un tema en el que la demagogia por parte de algunos ha llenado no pocas espuertas. Y hay que recordar que el Equipo de Gobierno está en minoría....


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