Reconozco que Wyoming me gusta aún menos cuando se pone serio que cuando hace el payaso -dicho sea con todo el respeto-, lo que no excluye que a veces coincida con sus denuncias. El chico, a veces, acierta. Y es que en el periodismo se miente mucho, muchísimo, tanto que el gran Revel incluso dedicó uno de sus libros al arte de la manipulación y la mentira periodísticas y le dio para cientos de páginas.
Conociendo a Wyoming, creo no equivocarme en pensar que para él la mentira siempre viene de una parte, del lado abyecto de la carretera. Pero no, la mentira también -más justo sería escribir sobre todo- es plural y pública. Aunque él, por descontado, jamás se digne en reconocerlo.
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