[...]son ahora los abanderados del 'pan y circo', jaleados por las webs de la caverna, travestida alguna de andalucismo. Editorial de El Pozo y la encina, órgano de difusión de IU, mayo, 2011.
Digamos que forma parte del juego, y como tal hay que aceptar el slang: para ellos, nosotros somos la caverna de la misma forma que ellos para nosotros son los progres y los neocomunistas o los chekistas -nunca comunistas rancios, que eso tiene copyright pesoísta-. Así que a los calificativos, entre pares, no hay que darles demasiada importancia. A lo que hay que dar importancia es a las ideas que defendemos cada uno, las referencias intelectuales que nos alimentan y diferencian, a nuestra forma de entender la política, esto es, a la manera de comportarnos en la vida.
Las referencias intelectuales de las neonatas Juventudes Comunistas -que se reconocen como revolucionarias, o sea, antisistema- quedan explicitadas de manera orgullosa en su cabecera: Lenin, Mao, Che, Fidel Castro...
Y ante tamaña colección de poderío rojo sanguinolento, no tengo nada más que decir que, eso, que nos sigan llamando caverna. Yo, al menos, lo entiendo como un elogio, un cumplido enorgullecedor.
P.D. Esa cita de Fidel proclamando la virilidad del pueblo queda bastante machista, ¿no?
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