"Ibarra dispone de un piso de 315 metros en Mérida, tiene a cuatro personas a su disposición -al margen de los escoltas- y cuatro coches oficiales. Las arcas públicas tambie´n abonan el alojamiento en hoteles de Ibarra, sus comidas en restaurantes, la compra de prendas de vestir, el envío de regalos de cortesía e incluso el abono a la televisión de pago, porque la Mesa de la Asamblea extremeña dio el visto bueno a autorizar todos los gastos cualquiera que sea su importe". La buena vida de Ibarra a costa del erario, El Mundo, lunes 30 de mayo.
Seguro que existen más motivos, no lo dudo. Pero, como cualquier egoísta Albert Hammond, échale la culpa al mercado, a los mercaderes, a la prima de riesgo y a los especuladores. Y al Sursum Corda.
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