El deseo intervencionista y liberticida del verso suelto popular no tiene límite. En su día fueron los hombres-anuncio, hoy los indigentes, mañana....
Seguro que era Gallardón en quien pensaba Hayek cuando dedicaba Camino de servidumbre a los socialistas de todos los partidos.
P.D.: Como no podía ser de otra manera, la progresía ilustrada se le ha lanzado al cuello citando la famosa ley franquista de Vagos y maleantes. Pero no, la famosa ley es, y en eso lleva razón Gallardón, republicana, ergo, progresista. Todos nos equivocamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario