En esta edición, había serias temores entre los expositores de que la cifra de venta de libros disminuyese considerablemente con respecto a otros años a causa de la crisis económica. Por lo que pude sondear el sábado por la mañana, los libreros no estaban del todo descontentos de cómo les estaba yendo el negocio, lo cual siempre es un alegría para todos. Pero no debemos confundirnos o desorientarnos, el Salón del libro tiene como principal objetivo el fomento de la lectura y el amor por los libros entre los más pequeños. Y, como siempre, ese objetivo se cumplió con creces gracias a la impagable aportación de ampas, librerías, colegios, asociaciones educativas y culturales e instituciones municipales, con las trabajadoras de la Biblioteca municipal en vanguardia de todo lo que el salón tiene de apreciable.
Enhorabuena a todos.
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