"Así con gran discreción debemos inventar alguna historia para desacreditarlo, que lo haga aparecer frente al público como un nombre infame, una alma perdida". Rossini-Sterbini, El Barbero de Sevilla[*]
Siempre fueron diferentes. Te podían caer mejor o peor, pero sabías que eran auténticos, que debajo de ese disfraz tejido de arrogancia había cerebro e independencia.
Hoy, Loquillo afirma que fue el tripartito socialista, comunista y republicano el que le obligó a exiliarse de Cataluña. Hace ya unos años, Sabino pedía explicaciones a sus amigos independentistas de los medios de comunicación sobre el enorme contrasentido de ser a la vez nacionalistas y de izquierdas si la izquierda se había definido siempre como internacionalista[**].
Siguen siendo como siempre fueron: incorruptibles. Te podrán caer mejor o peor, pero jamás han sido fascistas pese a que algunos sin ninguna discreción inventaron historias para desacreditarlos y para hacerlos aparecer frente al público como hombres infames, unas almas perdidas.
[*]Historia del hambre y la sed, página 191
[**]Historia del hambre y la sed Página 213.
Nota: Els falangistes es el título de uno de los capítulos de Historia del hambre y la sed.
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