Ay estos del Ruta, ¡cómo son! Lanzan un número especial para commemorar su vigesimoquinto cumpleaños en la carretera y lo despachan con cuatro artículos de archivo -vintage, qué cachondos- y con unos resúmenes anuales que avergonzarían hasta a mi hija de nueve años. Pero hay que amarlos, por lo que nos han dado y por lo que nos siguen dando mes a mes, aunque los buenos tiempos, los buenos tiempos de verdad, sean ya sólo parte de nuestros mejores recuerdos.
De todas las maneras, un Ruta es un Ruta, y en cada número es imposible no sacar un par de cosas de provecho. Mismamente en este especial tan rácano nos devuelven a la vida a las huestes de Marc Durant, ese tipo tan fornido que aparenta ser el hermano pequeño de Rob Tyner. Yo fui muy de Zen Guerrilla allá por el 2001, recién comenzado el siglo, muy de Shadows of the sun, un disco acojonante de rockandroll hecho con las tripas y sin concesiones en el que las guitarras más que instrumentos musicales parecen armas de destrucción masiva. Y la voz de Marcus.
Unas bestias, tanto en el estudio como en el directo.
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