¿Qué sucedería si la política fuese reconocida como una ciencia más? Pues que sería sometida a comprobación empírica y la demagogia y la propaganda estallarían en mil pedazos. ¿Podría un partido considerase motor de progreso cuando los resultados de sus políticas económicas causan un 30% de paro? Por supuesto que no.
Alguien podrá argumentar que esta tasa de desempleo es circunstancial, que se debe a la crisis económica mundial y que no siempre fue así. Y puede que razón no le falte, pero no es menos verdad que hace diez años, sin crisis mundial ni ningún niño muerto parecido, la tasa era prácticamente la misma que ahora. Ergo, de circunstancial nada, endémica más bien.
Otros, si no los mismos de antes, dirán que la tasa de paro es ficticia, que con dicho nivel de desempleo nuestra comunidad sería insotenible y no pararían de sucederse los conflictos sociales. Y puede que estén en lo cierto, lo que nos lleva a pensar, consecuentemente, que hemos vivido -y estamos viviendo- del engaño o que hemos sido vilmente engañados. O las dos cosas a la vez, mismamente.
Afortunadamente para algunos, la política jamás será una ciencia. Una desgracia para todos los demás.
P.D.: Córdoba es la provincia con la tasa de paro más alta de España, 11 puntos más que la media nacional.
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