Hace años, el Tribunal Constitucional declaró nulo uno de los apartados de una ley propuesta por el entonces Ministro de Interior José Luis Corcuera. A la ley se la conoció como La ley de la patada en la puerta porque era pretensión del ministro que las Fuerzas de Seguridad del Estado pudieran actuar sin las suficiente garantías legales.
Hoy, el superministro Rubalcaba pretende pegarle otra patada similar al Estado de derecho y retirar la custodia a los padres que sean simplemente acusados de ejercer la violencia de género con sus parejas, eliminando de facto la presunción de inocencia.
O sea, lo que está diciendo la nueva ley de patada en la puerta, ésta de filiación feminista, lo que pretende Rubalcaba, es que yo pueda perder la custodia de mis dos hijas sólamente porque mi mujer denuncie que le he propinado dos sopapos o empujado por las escaleras aunque haya sido ella la que se haya autolesionado. Y todo porque este Gobierno tan incapaz, que favorece el aborto hasta las 14 semanas de gestación, dice pensar en los niños, en esos mismos en los que piensa tan poco en según qué casos para su adopción.
A ver si acaba pronto esta pesadilla en foma de Gobierno que nos desgobierna.
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