Es habitual que en el boletín de difusión de Izquierda Unida aparezcan dos partes claramente diferenciadas: una local y otra, más ideologizada, de ámbito mundial.
Suele ser la segunda un batiburrillo de lugares comunes de la izquierda amarxistada sin mucho interés para quien no comulgue con la consabida vulgata procomunista. Todo lo contrario sucede con la versión local, donde se analiza con conocimiento y criterio bien formado -otra cosa es que se compartan o no algunas de las cosas que se escriben- la situación de nuestro pueblo.
Después de leer este último número de El Pozo y la encina, sigo manifestando hoy lo mismo que hace casi cuatro años: que lo mejor para el gobierno de nuestro pueblo hubiera sido un tripartito PP-PA-IU. Pero hay cosas a las que es mejor no darle ya más vueltas.
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