Leo en el facebook (feisbus en cristiano) el titular que ha puesto un amigo a una de sus entradas: Tomás Gómez: Es normal que no sea el candidato del aparato, quiero hacer política para la gente y de seguido se me ha presentado el flash con la máquina de picar carne.
La relación es inmediata tanto en cuanto se manifiesta con asesina precisión, el aparato de cualquier partido político está para tocar PODER y no se anda con sentimentalismos ni con po**** de democracias internas si lo ve amenazado: Tú, a la calle, que ya no nos sirves. En honor a la verdad, cabe decir que no todas las maquinarias han conseguido alcanzar la misma excelencia tecnológica ni tan alto grado de uso.
Aquí, en Pozoblanco, no hace ni dos días como quien dice hemos tenido oportunidad de darnos cuenta de lo que vale un peine, aunque el que mejor se ha enterado ha sido Benito García, al que se cepillaron por saltarse el guión o moverse en la foto cuando fue -y sigue siendo- fiel al partido, o sea, a la máquina, como el primer día.
Claro que para titular de campanillas, éste: Benito García: : La única mano que me ha tendido Durán es para apretarme el cuello.
Rotundo, ¿verdad?
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