martes, 7 de septiembre de 2010

Pozoblanco, próxima Chinatown





La decadencia de Europa es ya irreversible: pronto abrirán en Pozoblanco otro (mega)establecimiento regentado por personas de nacionalidad china; esto es, en pocas semanas se inaugurará un nuevo chino.


Dejando al margen que la relación causa-efecto citada es de un atrevimiento notable por mi parte aunque sirva de persuasiva introducción, poco tengo yo, naturalmente, que criticar en este caso: afortunadamente vivimos en una sociedad de mercado y todos deberemos de irnos adaptando a una economía global que ha incorporado a casi dos mil millones de asiáticos a los estándares occidentales de consumo y riqueza y que de manera directa está condicionando nuestro llamado, y ya insostenible, Estado del bienestar.Si traigo este asunto aquí es por comentar una causa de la fortaleza de las empresas chinas que merece ser reflexionada en una sociedad tan desvinculada sanguíneamente como la nuestra: la familia como vector económico de éxito.

Hace tiempo, Fukuyama ya relacionaba el declive del parentesco con la pérdida del capital social y su ulterior efecto sobre la producción en razón de las pautas de confianza, participación y responsabilidad propiciadas por la familia, necesaria para un buen funcionamiento de las empresas y de la economía de mercado[*].En resumen, la familia que vive junta y confía en todos sus miembros, trabaja y se enriquece junta, aserto que puede certificarse en el artículo publicado por el digital El Confidencial de título Por qué los chinos nos están ganando la partida en España donde se clarifica que la familia es una empresa y la empresa una familia.

Siempre hay una buena excusa para volver a la familia, para vincularnos a los de nuestra sangre aunque sólo sea por una utilitarista y egoísta razón económica.


[*] Josep Miró i Ardévol, El fin del bienestar, 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La televisión es nutritiva

El PSOE, utilizando Canal 54 como arma publicitaria y propagandística No hay medio como la tele para propagar contenidos*. No me ...