Que sí, hombre, cómo no va a ser un dispendio. Claro que lo es, ¡cómo no va a serlo!, se pongan como se pongan. Ah, que están "los objetivos". Ya, y eso hace que el dispendio deje de serlo para convertirse, vía transformación química, en otra cosa. Obsesiones mías, por supuesto.
Es que, tonto de mí, no he recordado que ahí están los objetivos, los fines, todos muy loables y modernos. Y,según nos enteramos por la prensa, la Corporación en pleno, incluidos los pesoístas promotores de la iniciativa, decapitando el porvenir.
Jan debe decir lo mismo, que por "los fines" vale la pena endeudarse, que qué importan el despilfarro y la mala gestión si hemos sido la envidia de todo el mundo, ¿acaso no valen más dos Copas de Europa que unas habitaciones en hoteles de lujo pensión completa total?
Ay, qué malas son las obsesiones.
"Que este chico apuntaba maneras ya nos dimos cuenta unos cuantos..."
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