¿Se puede poner en entredicho una evidencia? No parece serio, la verdad, puesto que sólo se pone en entredicho lo que aún no ha sido demostrado y cabe refutación. Pero las cuestiones en las que merece la pena detenerse no son los errores de interpretación de la última hipótesis de Hawking acerca de la intervención de Dios en la creación del universo ni el desconocimiento de la epistemología científica de los que hace gala LR; lo realmente esencial del artículo que encabeza este post es que pone en evidencia la enfermiza obsesión que tiene cierta izquierda por la Iglesia Católica.
O sea, para el autor sólo la Iglesia Católica tiene por axioma la existencia de un Dios creador padre de todas las cosas y muestra empecinamiento en creer en Él pese a las evidencias. Nada habla, por un poner, de otras iglesias cristianas, del Dios de los musulmanes o de las diversas deidades hinduístas, vaya a ser que se nos joda el multiculturalismo, tan amigo en el afán por destruir la cultura occidental.
En fin, que el articulito -lo digo por su escasa extensión-, publicado en la revista El Pozo y la Encina hubiera quedado más decente y hubiera cantado menos si, en vez de dirigir otra invectiva más contra la Iglesia Católica, la negación hawkingiana se hubiera generalizado a todas las religiones, consideradas verdadero opio del pueblo por esa doctrina materialista que alumbra al comunismo. Evidentemente, el objetivo estaba bien clarito y no era otro que desprestigiar al Vaticano y a todo lo que lo acompaña a propósito de las comentadas declaraciones de una de las voces más célebres de la comunidad científica actual.
Para terminar, me hubiera gustado saber qué hubiera dicho José Bergamín, comunista de pro, al conocer el hecho evidente de la inexistencia de Dios. Posiblemente, su celebérrimo Yo con los comunistas hasta la muerte, luego, ellos irán al infierno y yo al Cielo hubiera sufrido alguna modificación. O no, pues es fama que los creyentes, sobre todo los católicos, somos gente empecinada y bruta intelectualmente.
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