Descubrí el fenómeno Enjo kosai a través de un artículo documentadísimo que publicó hace muchos años la Ruta 66, siempre tan libertaria y políticamente incorrecta. Aunque puede que no tenga nada que ver, estos días lo he recordado debido al polémico asunto de Dragó y sus lolitas japonesas.
Dragó, jugador farolero y arrogante, se ha pasado tela -como tan a menudo en él- contando como proeza erótica lo que quizá sólo sea una jugada de parchís -me como una y me cuento veinte-. Pero puede que de esta partida salga fagocitado por Godzilla. Y es que este señor ya muy maduro y corrido debería tener aprendido que con ciertos fuegos no se juega.
Dicho lo cual, la música es de Shonen Knife, tal vez la banda japo más apreciada por el mundo indie; y el enlace y la foto de Orient Express.
P.D.: Analícese y compárese el caso Dragó con el caso Polanski y sáquese la conclusión oportuna derivada de las actuaciones y opiniones de intelectuales y clones varios mediando violación en uno y relación consentida en otro.
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