Imposibles de facilitar los placeres que ofrecen el trabajo y la Cultura, la Junta se contenta con dispensar medios para intentar conseguir los más físicos. O sea, Marcuse se planta vía ectoplasmática en el Palacio de San Telmo y les recuerda a Griñán y los suyos aquello del excedente de represión y de que sublimar los instintos es muy conveniente para anestesiar posibles revueltas ahora que el marxismo puro, desintoxicado de Freud, parece una teoría para mentes infantiles y antisistema.
Lo mejor es que, pese a todo, nuestros dirigentes no han perdido la autoestima en lo andaluz. Talla XL, burro grande. Ande o no ande.
P.D.: Mucho me temo que las feministas le van a dar la tarraba al bueno de Pepe puesto que la desproporción de género en el 2009 fue más que evidente; y en este año... ¿Dónde está la igualdad?
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